martes, 14 de marzo de 2017

Et sic in infinitum


Y así hasta el infinito…

En 1617, el científico y místico inglés Robert Fludd publicó un tratado en el que la armonía del universo es su tema central, defendiendo que todo cuanto acontece al hombre (microcosmos) está bajo la influencia del universo (macrocosmos). Esta obra, tituladaUtriusque Cosmi, Maioris scilicet et Minoris, metaphysica, physica, atque technica Historia -algo así como La historia metafísica, física y técnica de los dos mundos, a saber, el mayor y el menor”-, intenta armonizar el pensamiento místico de Paracelso con la ciencia de su época, cosa que no casaba en ningún modo con los postulados mas racionalistas de Kepler.

El caso es que con el fin de explicar el origen del cosmos, Fludd crea una representación que hasta entonces hubiera sido imposible de concebir: algo tan ilimitado como lo es la oscuridad inicial dentro de los márgenes de una hoja, repitiendo en cada uno de los lados la leyenda “Et sic in infinitum” (Y así hasta el infinito), para dar a entender que dicha extensión ocurre no tanto en la página como en la interpretación que ha de hacer el lector.

El recurso de Fludd me recordó a un caso muy similar, aunque en tono un tanto paródico, que encontré hace ya tiempo al final de capítulo XII del Tristram Shandy: cuando narra el anochecer en el que muere el párroco Yorick, un personaje clave hasta ese momento de la novela, tras haber sido víctima de una violenta emboscada. En ese lugar del libro  el relato se refuerza volviéndose algo físico: las cajas del recto y verso de la siguiente página se muestran totalmente negras, oscurecidas, acompañando al narrador en su despedida al desventurado pater:

“Por todo esto Eugenius se quedó convencido de que su amigo tenía el corazón deshecho; le apretó la mano, ––y a continuación salió con mucho sigilo de la habitación, llorando. Los ojos de Yorick siguieron a Eugenius hasta la puerta; ––después los cerró, –– y no volvió a abrirlos más.

Ahora yace enterrado en un rincón del cementerio de su iglesia, en la parroquia de ––––, bajo una lápida de mármol liso que su amigo Eugenius, con el permiso de sus verdugos, colocó encima de su tumba con tan sólo estas tres palabras inscritas, que le sirven tanto de epitafio como de elegía:

¡Ay, pobre YORICK!

El fantasma de Yorick tiene el consuelo de oír leída en voz alta diez veces al día su monumental inscripción con tal variedad de tonos quejumbrosos que queda bien patente que hay por él un sentimiento general de lástima y aprecio: ––al haber una senda que atraviesa el cementerio justo al lado de su tumba, ––no hay un solo caminante que al pasar no se detenga a echarle una mirada, ––y suspire al proseguir su marcha:

¡Ay, pobre YORICK.”


Son muchas las coincidencias, los autores que dan muestras, conscientes o inconscientes, de querer abrir un espacio vacío, sin luz, como representación clara y contundente de lo que quizá no se puede expresar de otra manera. Y menos aún recurriendo a esa ”locuacidad retórica figurativista” de la que incluso el pintor suprematista Malevich,  quiso huir al disponer que al frente de su capilla ardiente se colocara una de sus obras más conocidas, el Cuadrado negro.



Por algún motivo, todo esto que cuento me ha venido a la cabeza hace un rato, mientras vegetando estúpidamente como cientos de miles de personas igual que yo, observaba impávido la televisión… ¿Realmente es mejor esto que el vacío carente de luz?

13 comentarios:

  1. Le dejo el enlace a una pared de la famosa Capilla Rothko, ¡otro que coincide en esa interpretación!
    http://st01.www.unir.net/wp-content/uploads/2016/12/11.capilla2-925x535.jpg
    Donde no le puedo agregar nada es en lo que usted nos ha traido tan bien descrito
    ¡Ay, pobre YORICK!


    Un saludo charles. Me pesa que ande con tales truculencias en su pensamiento, aunque nos deje un hermoso texto

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    1. Gracias!, precisamente el fondo de esta nueva versión de la vaca es de Rothko, aunque eso me imagino que usted ya lo sabrá. Curioso también el negro más negro que existe por ahora, capaz de comerse el 99,96% de la luz y cuyos derechos de uso "ha comprado" el arista Anish Kapoor... Sobre esa compra y un video sobre la capacidad de absorción de ese "negro más negro" y el "rosa más rosa", lo tiene aquí:

      https://conectica.com/2016/12/27/anish-kapoor-vantablack-pink-semple/

      Merece la pena echarle un ojo. Gracias y un gran saludo.

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  2. ¡Pues no me había dado cuenta!, notaba algo raro...
    Efectivamente es un trozo de un Rothko, donde pasta la vaca, juas

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    1. Si a otras les ponen música clásica, pues dicen que luego eso repercute en el sabor, esta pobre que asoma por mi cuaderno no va a ser menos...

      Mucha salud!

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  3. Oscuridad y luz. Lo negro y lo blanco... Dos percepciones tan distantes como complementarias en este Universo donde la luz y la ausencia de ella han fomentado fascinantes lucubraciones en todas las ramas de búsqueda del conocimiento. Y es curioso que, cada día -o cada noche, a elegir- vivimos un ensayo continuado de la oscuridad total -y en todos los sentidos- que algún día velará hasta nuestros más íntimos y secretos anhelos. Bajamos los párpados y nos recostamos en el sueño; nos recogemos en la negritud, en una Nada que dura horas. Como si se tratara del prólogo de esa otra Nada sin amanecer.

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    1. Al fin y al cabo, todo trata de ello: de la existencia o carencia de luz. Recordemos los magníficos equilibrios de la arquitectura gótica, afanada en divinizar la luz y dedicarlo todo al efecto que ella produce; los impresionistas, abrumándonos con repeticiones realizadas en distintos momentos y días; al Caravaggio, a Velazquez, Ribera, y el cine expresionista alemán... en cierto modo, la luz lo puede significar todo.

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  4. Si es que la televisión no puede traer nunca nada bueno...

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    1. A día de hoy, creo que, efectivamente, o muy poco o nada... pero la culpa no es de la herramienta, es de quién hace uso de ella y de sus motivaciones.

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  5. Falló el enlace. A ver ahora

    https://www.flickr.com/photos/landahlauts/31980892454/in/album-72157627118124480/

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    1. Bonita colección, ejecutada de manera envidiable. Ya quisiera yo tener la habilidad suficiente para plasmar esas composiciones dentro del espacio de una imagen...

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    2. Me refería a que el bronce supone un desafio sobre su origen a investigadores natos como vosotros. ¿O no? Repasad las etiquetas a ver si podéis añadir alguna. O quitarla, pues ninguna es segura, todo son conjeturas.

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    3. Perdona Senior por no responder antes, pero acabo de leer esta última nota. La verdad es que con las etiquetas del flickr estoy bastante pez y no he podido dar con ellas...

      Saludos

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    4. Están a la derecha de los comentarios y, en este caso, hay un montón donde elegir.

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