viernes, 29 de julio de 2016

El libro de los milagros


“En el año 1536 el doctor Johannes Doltzburger presenció un extraño fenómeno en el cielo de Medina en España. Fue en la séptima noche de febrero, cuando se preparaba para calcular el tiempo a través de su arte de la astronomía, que vio elevarse hasta un punto del cielo una nube negruzca, donde se encontraban luchando dos niños con el escudo del águila uno y la media luna el otro, tal como se muestra en este dibujo.”

Este suceso prodigioso, extraído del “Libro de los Milagros”, es recogida además en una obra colectiva dirigida por Jacquelin Kelen y titulada “Les Nuages et leur symbolique”, donde explica que la interpretación que se quería dar en aquél entonces a esta visión estaba relacionada con la deseada victoria del emperador de la cristiandad contra el turco. Pero no se confunda el lector, que no voy a hablar de temas de actualidad, pues aún pareciendo mentira sigue siéndolo. Tampoco voy a hablar de simbolismo de las nubes que éstas, para los pocos que me conocen, tienen para mí un significado muy especial que desplegaré en este cuaderno en el próximo escrito.

Voy a hablarles del “Libro de los Milagros”…

En julio de 2008, James Faber, un marchante londinense de arte especializado en dibujantes franceses de los siglos XVIII y XIX, adquirió un curioso libro en una subasta en Munich. Se trataba de una obra manuscrita que contenía  167 pinturas de acuarela y gouache, ilustrando cada una de ellas un acontecimiento milagroso. Faber observó que el último milagro del que se hablaba tuvo lugar en el año 1552, y encargó a un especialista que hiciera un análisis exhaustivo de su papel y materiales, para poder fecharlo con mayor precisión. Los resultados confirmaron que lo que se conoce como el Augsburger Wunderzeichenbuch (algo así como “Libro de los Milagros de Augsburgo”) data de mediados del siglo XVI, y como insinúa su nombre, fue seguramente hecho en Augsburgo.

 Es él se recopilan algunos hechos prodigiosos, fenómenos celestiales, desastres naturales, así como plagas y otros acontecimientos extraordinarios. Abarca desde la creación del mundo, revisando diversos episodios del Antiguo Testamento, pasando por las crónicas medievales, hasta llegar a los hechos recientes contemporáneos del autor. Las ilustraciones tienen un aire moderno, naif, y van acompañadas de breves explicaciones del autor. El “Libro de los Milagros” nos hace partícipes de los miedos y preocupaciones vigentes de las gentes del siglo XVI… En cierto modo, el estilo me recuerda al que posteriormente, sobre todo a lo largo del siglo XVIII, se emplearía en la elaboración de algunos exvotos.

Pero creo que mejor que hablar de esta obra, es disfrutarla. La lectura de los textos que va acompañando las ilustraciones es una verdadera delicia, un canto a la imaginación y a la recreación de la mentalidad de aquella época. Vamos a ver algunas de estas ilustraciones acompañadas de la traducción del texto que incluyó en cada una de ellas el autor:


“En el país de los romanos, en el año 73 a.C., una esfera dorada fue vista en el cielo, vino a la tierra, rodó sobre ella y voló hacia el aire nuevamente en dirección al sol naciente, por lo que su gran tamaño lo cubrió por completo. Esto fue seguido por una terrible guerra que sacudió a Roma.”




“En el año 1009, el sol se oscureció y la luna se tiñó de sangre. Hubo un un gran terremoto y cayó desde el cielo una enorme antorcha, tan grande como una torre o una columna, que produjo al chocar sobre la tierra un fuerte estruendo. Este fenómeno fue seguido de la muerte de muchas personas y una terrible hambruna en Alemania e Italia. Murieron más personas de las que permanecieron vivas.”




"En 1362, en tiempos de Otto, emperador de Sajonia, una piedra - maravillosa y grande - cayó del cielo en medio de un fuerte viento y lluvia. Aplastó a muchas personas y vino acompañado de un gran eclipse de sol"




“En el año 1496, en el mes de enero, en el momento del desbordamiento del Tíber cerca de Roma: apareció una maravillosa criatura muerta donde la furia y el poderío de las aguas del Tíber habían disminuido, y fue en esta forma, como se ha pintado”




"En el año 1527, un terrible viento de Turquía empujó a grandes hordas de langostas hasta el Reino de Polonia, causando un gran daño a las personas y el ganado. Las langostas eran de color gris y dorado, tal y como se pintan aquí"




“En el año 1531, el 26 y el 28 de enero, fueron vistos en el cielo nocturno de Lisboa en Portugal signos de fuego y sangre. Fue vista también en el cielo una gran ballena. Esto fue seguido por grandes terremotos, de modo que cerca de dos centenares de casas se derrumbaron y más de un millar de personas murieron”




“En el año 1533 un caballo en el aire fue visto en Bohemia, y un jinete, como si él quería montar, tal como está pintada aquí”




“En el año 1533 tres soles brillaron al mismo tiempo, como si hubieran nubes ardientes alrededor de ellos, y se mantuvieron por encima de la ciudad de Münster, pareciendo que la ciudad y las casas estaban en llamas, como se muestra aquí”




“En el año 1531 una maravillosa criatura, que era toda gris y peluda, con cabeza de un hombre barbado y cuatro patas con garras afiladas, fue capturada por los cazadores del obispo en el bosque en Salzburgo. Fue llevado a la corte, pero no quiso ni comer ni beber, por lo que sufrió horriblemente”




“En 1552, el 17 de mayo, una terrible tormenta con granizo cayó en Dordrecht, Holanda, haciendo pensar a la gente que llegaba el día del juicio final. Duró alrededor de media hora. Muchas de ellas llegaron a pesar más de una libra, y donde cayeron dejaron un terrible hedor”




“1533 años después del nacimiento de Cristo, en el viernes después de Santa Úrsula, el día 24, estos maravillosos dragones fueron vistos en el aire durante casi dos horas, a alrededor de las 10 de la noche, en varios lugares cerca de Hilpoltstein”




“En el año 1547, este precioso trigo creció en el condado de Flandes, a tres millas de Gante, en diversas formas y modalidades... Se tuvo noticia de un maravilloso milagro en el año 1539, acerca de una joven de la Diócesis de Speyer -Margaretha Weiss von Roth, trece años y medio-, quien se abstuvo de tomar cualquier sustento físico durante dos años y doce semanas. En aquellos años también, crecieron uvas peludas el Neckar y el Rin... “

----------------------------------------------

Como es de imaginar, y muy a pesar de los aficionados a encontrar fenómenos sobrenaturales, ovnis y demás cuentos en todo lo que cabe en su ecuación de la realidad oculta, la mayor parte de los hechos tienen muy poco que ver con lo que pueden insinuar. De todos modo, creo que lo que importa es conocer de donde procedía toda esta información que el autor traslado a imágenes. ¿Se la inventó? Parece claro que no. A mi entender las fuentes que empleó, al margen de las consabidas bíblicas, eran las hojas volanderas, pliegos de cordel o relaciones de sucesos, tan al uso por aquél entonces, y tan del gusto -de ser oídas más que de ser leídas- de aquellas gentes. En ellas se podía tratar cualquier tipo de sucesos, desde los relacionados con la actualidad política más o menos real de los reinos cercano, hasta otras de tipo milagrero, piadoso, novelero o fantástico, que eran de mayor gusto de las clases populares.

La evidencia de que el autor se nutrió en gran parte de este tipo de fuentes para ilustrar los sucesos que tuvieron lugar en fechas próximas a la creación de este manuscrito, es que existen varias referencias que lo confirman. En el libro que he citado inicialmente -“Les Nuages et leur symbolique”-, se habla de una hoja de este tipo, editada en Alemania unos 14 años después -1555-, haciendo referencia al suceso de los niños luchando en las nubes.

Pero existe más. Otro de los casos, el de Margaretha Weissin, tuvo también su versión en hoja volandera, anterior a la ilustración del libro, pues es de 1540. En ella se relata con más detalle la historia de esta joven: con unos doce años, dejó de alimentarse y continuó con su vida normalmente, durante los más de dos años de vigilia que se autoimpuso. Parece ser que todo terminó cuando el Futuro emperador del Sacro Imperio fue a conocerla, atraído por una fama que iba haciéndola santa a ojos de sus convecinos, y la convenció para que abandonara su penitencia.

De esta caso existieron inicialmente dos hojas volantes que cuentan la misma historia y muestran la misma ilustración. Posteriormente se llegó a publicar algún estudio en libros de medicina, pero esto ya es otro asunto. De las dos hojas referidas, una está en alemán y la otra en latín. La versión alemana se centra en narrar la historia personal de la joven Margarita de manera detallada, deteniéndose especialmente en su encuentro con el futuro emperador del Sacro Imperio Fernando. La  versión latina se centra en el informe de un médico que examinó a la joven, reconociendo la autenticidad de la enfermedad que la había hecho tan popular.

En resumen, el Libro de los Milagros tiene tanto el valor de sus ilustraciones - frescas, naif y modernas -, como el de lo que cuenta. Ha conservado para nosotros parte de lo que eran las creencias de las personas en aquellos tiempos, de lo que llegaba a ellas a través de las lecturas públicas y en voz alta de esas hojas volanderas llenas de prodigios y sucesos extraños, que a buen seguro, ocuparía gran parte de las conversaciones y preocupaciones más profundas de aquellas personas.

14 comentarios:

  1. Fantasías, más que curaciones milagreras, desde luego una descripción e ilustración de los temores de una época. Hojas volanderas y precursoras. Desde luego nutridas de lo que iba de boca en boca. Una pequeña maravilla que rescataste del tiempo. Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, Pedro. En cierta manera creo que se hablaba entonces tanto de lo que había en esas hojas, como de lo que ahora se ve en determinados programas de televisión.

      Muchas salud, amigo!

      Eliminar
  2. Sería interesante contrastar esas fechas con la Historia, por si alguna de ellas coincidiera con algún hecho real. Yo he estado mirando solo una de ellas, la del 73 a.C., y coincide con la sublevación de Espartaco, a la que se puede referir cuando habla de "la terrible guerra que sacudió Roma". De todas formas, coincidan o no, este libro y tu entrada es interesantísima tanto en los textos como las ilustraciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Senior. Efectivamente, lo de averiguar si los hechos descritos coincidían con uno real, fue de las primeras cosas que me vinieron a la cabeza. Especialmente con los episodios que eran cercanos al autor, es decir: del siglo XVI. Prueba de ello es el caso de Margarita Weiss, por tomar una muestra, y ya ves lo que encontré.

      De todos modos la respuesta a ello la tienes en lo que cuento de que el autor se apoyó en la Biblia -hay varios pasajes del antiguo testamento entre sus ilustraciones, que no he reproducido en esta anotación-; en las crónicas antiguas y medievales -de ahí lo que mencionas de Roma y que, es muy posible, tenga que ver con la rebelión de Espartaco-; y por último, las hojas volanderas que, como le digo a Pedro Sabalete, eran entonces como ahora la TV. Estas hojas surgieron con la invención de la imprenta -a mediados del siglo anterior-, y se convirtieron en un medio de información-comunicación-propaganda muy importante, con grandes niveles de audiencia indirecta, sobre todo. Lo de indirecta viene por el hecho de que casi nadie lo leía directamente: se escuchaba en lecturas públicas, dado que la mayor parte de las personas de entonces no sabían leer.

      Las noticias con más éxito, o los temas que mejor eran acogidos, acababan siendo carne de la literatura de cordel (los conocidos romances de ciego).

      Saludos!

      Eliminar
    2. Lo que me llama la atención es que, con tantos prodigios y dada la época, no recurra demasiado a lo que luego llamamos “el Dios tapa-huecos”. Es decir, a achacar a Dios estos fenómenos extraños, Dios como explicación de todo lo que no entendemos.

      Eliminar
    3. Lo hacen, pero en su contexto: en aquella época, el que ocurrieran determinadas cosas, sólo podía deberse a la intervención de Dios. Eso era algo que se sobreentendía y no hacía falta explicar. Más aún con el espacio limitado con el que contaba el autor de este manuscrito.

      Cuando profundicé un poco en una de esas historias -la de la Weiss-, todo la historia terminaba en la conclusión de que la joven había sobrevivido a la muerte, tras más de dos años de no haber probado bocado, gracias a la voluntad divina...

      Saludos

      Eliminar
  3. Lectura e imágenes para empaparse la vista y pulular por la historia de la superchería aplicada a los fenómenos de la Naturaleza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un modo de ver las cosas, que no crea usted que ha cambiado mucho desde entonces.

      Salud!

      Eliminar
    2. Hay aspectos humanos que se diría son inamovibles. Será porque resulta más sencillo manejar al prójimo mediante milongas convenientemente aderezadas a lo largo de los siglos.

      Eliminar
    3. Y muchas hojas volanderas, como muchas noticias de la prensa actual, estaban intencionadamente redactadas para dirigir los sentimientos de su audiencia en un sentido determinado.

      Salud!

      Eliminar
  4. y se vuelve a perder la nota
    que decía que parece una versión prolongada naif de los antiguos anales romanos, señal con sucesos históricos paralelos.
    Un saludo Charles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maldito comentator, que me pierde las nota de Frine!

      Bueno, con los mimbres que me deja, me hago el cesto de su comentario, y si bebió también de los viejos anales romanos, seguro. Incluso le diré que hay uno que me trajo al recuerdo a su patrona Anarkasis, por algo que es de su interés. Aprovecho y se lo dejo aquí:

      "En el año 1482 la alta montaña, rica en aceite de oliva y vino, del Vesubio en Campania -situada a cuatro mil metros de la ciudad de Nápoles- estalla en su cumbre y lanzó tanto fuego, que las ciudades, aldeas y todos los árboles a mucha distancia a su alrededor, quedaron quemados. Un poeta, llamado Plinio el Viejo, quería ver el fuego del volcán, pero el fuego le consumió a él también".

      (No he llegado a entender si no soy capaz de traducirlo bien, se expresó mal, o no tenía claro que la barbacoa a base de Plinio fué milenio y medio antes...)

      Le dejo aquí un enlace a la imagen en cuestión. Se le ve a un lado al pobre Plinio en pleno proceso de dorado.

      Salud!

      Eliminar
    2. umm con esa puntería en fechas vamos fatal
      Igual sigue una cronología tipo bíblica de alguna secta que diera el nacimiento del mundo unos 1400 años antes del nacimiento de Jesús, ¿!
      y, le huele el culo a tinta
      Salud!! y kisss kisss


      Eliminar
  5. Las historias que corren de boca en boca se van tergiversando, ganando en detalles fantásticos y en exageraciones al tiempo que pierden veracidad. Casi siempre hay una explicación lógica a estos fenómenos, otra cosa es que esté al alcance del conocimiento de cada época. Un libro muy interesante, en cualquier caso.

    ResponderEliminar