El libro escrito por el doctor Pierre
Chauvin “Lettre à Madame la marquise de
Senozan, sur les moyens dont on s'est servy pour découvrir les complices d'un
assassinat, commis à Lyon, le 5e juillet 1692”, es una rara obra-testimonio
sobre un caso policiaco ocurrido en la Francia de fines del siglo XVII. En él
se narra cómo se puso a prueba la credulidad de la sociedad preilustrada en los
métodos empleados por un radiestesista, de nombre Jacques Aymar, para
identificar a los culpables de un crimen.
El 5 de marzo de 1692, un comerciante de
vinos de Lyon y su esposa fueron asesinados en su sótano. La investigación se
paralizó, pues no había manera de dar con alguna pista. Un vecino del lugar
sugirió usar los servicios del tal Jacques Aymar, muy conocido en el lugar por
su capacidad para hallar, ayudado de su varita milagrosa, cualquier cosa que se
hubiera dado por extraviada. Dicho y hecho: llevado a la escena del crimen, Aymar
reconstruyó el itinerario de los asesinos con su varita de avellano, hasta
llegar a la localidad de Beaucaire. Allí, señaló como culpable a un hombre
jorobado que acababa de ser arrestado por un pequeño hurto. Encerrado en Lyon, el
jorobado confesó tras sufrir un duro interrogatorio, ser uno de los autores del
crimen junto con un par de cómplices a quienes denuncia.
Una vez detenidos éstos, todos los acusados fueron condenados a morir por el suplicio de la rueda en la plaza des Terreaux de Lyon.
Una vez detenidos éstos, todos los acusados fueron condenados a morir por el suplicio de la rueda en la plaza des Terreaux de Lyon.
Se habló mucho del caso en aquella
época, sobre todo de las espectaculares dotes adivinatorias del radiestesista. Y
fue tanto que desde entonces era solicitado para otras muchas averiguaciones en
todo el reino de Francia. Pero esto mismo hizo que las autoridades terminaron
por sentirse molestas por ello. Así que lo llamaron a París, para que la prestigiosa Academia Real de Ciencias lo
sometiera a una serie de pruebas que terminaron por ponerlo en evidencia, acusándolo de impostor.
Amenazando con ese tirachinas gigante, ¡a ver quien le llevaba la contraria!.
ResponderEliminarTenemos que sospechar que los cheposos lo tienen jodido por francia
Más aún si se encuentra en medio de un caso sin resolver... juas!
ResponderEliminarPues el tirachinas ese es efectivo para buscar agua. Conozco un geólogo que se dedicó durante un tiempo a buscar agua acompañado de un radiestesista. Él señalaba la zona donde podría haberla y el de la varilla el sitio exacto para excavar.
ResponderEliminarTuve un amigo que conocí hace muchísimos años, cuya familia llevaba generaciones dedicándose a ello, siendo además poceros, pues lo uno procuraba a lo otro una buena manera de hacer negocio. Lo que realmente me parece inaudito en el relato es el hecho de que lo empleara para "aclarar un caso policial".
EliminarSupongo que si detecta el agua, puede detectar otras cosas. Quizá no sabemoslo suficiente para conocer la causa.
Eliminarya, pero tampoco como para reconocer a los culpables de un crimen a varios kilómetros de distancia...
EliminarTres personas torturadas y asesinadas para glorificar las propiedades del avellano es un precio horrendamente alto, en el siglo XVII y en el XXI.
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