“En el año 1536 el doctor
Johannes Doltzburger presenció un extraño fenómeno en el cielo de Medina en
España. Fue en la séptima noche de febrero, cuando se preparaba para calcular
el tiempo a través de su arte de la astronomía, que vio elevarse hasta un punto
del cielo una nube negruzca, donde se encontraban luchando dos niños con el
escudo del águila uno y la media luna el otro, tal como se muestra en este
dibujo.”
Este suceso prodigioso, extraído del “Libro
de los Milagros”, es recogida además en una obra colectiva dirigida por
Jacquelin Kelen y titulada “Les Nuages et leur symbolique”, donde explica que
la interpretación que se quería dar en aquél entonces a esta visión estaba relacionada con la deseada victoria del emperador de la cristiandad contra el turco. Pero no se
confunda el lector, que no voy a hablar de temas de actualidad, pues aún pareciendo
mentira sigue siéndolo. Tampoco voy a hablar de simbolismo de las nubes que
éstas, para los pocos que me conocen, tienen para mí un significado muy
especial que desplegaré en este cuaderno en el próximo escrito.
Voy a hablarles del “Libro de los Milagros”…
En julio de 2008, James Faber, un marchante londinense de arte
especializado en dibujantes franceses de los siglos XVIII y XIX, adquirió un curioso libro en una subasta en Munich. Se
trataba de una obra manuscrita que contenía 167 pinturas de acuarela y gouache, ilustrando
cada una de ellas un acontecimiento milagroso. Faber observó que el último
milagro del que se hablaba tuvo lugar en el año 1552, y encargó a un
especialista que hiciera un análisis exhaustivo de su papel y materiales, para
poder fecharlo con mayor precisión. Los resultados confirmaron que lo que se
conoce como el Augsburger
Wunderzeichenbuch (algo así como “Libro
de los Milagros de Augsburgo”) data de mediados del siglo XVI, y como
insinúa su nombre, fue seguramente hecho en Augsburgo.
Es él se recopilan algunos hechos prodigiosos, fenómenos celestiales, desastres
naturales, así como plagas y otros acontecimientos extraordinarios. Abarca desde
la creación del mundo, revisando diversos episodios del Antiguo Testamento, pasando
por las crónicas medievales, hasta llegar a los hechos recientes contemporáneos
del autor. Las ilustraciones tienen un aire moderno, naif, y van
acompañadas de breves explicaciones del autor. El “Libro de los Milagros” nos hace partícipes de los miedos y
preocupaciones vigentes de las gentes del siglo XVI… En cierto modo, el estilo me recuerda al que posteriormente, sobre todo a lo largo del siglo XVIII, se emplearía en la elaboración de algunos exvotos.
Pero creo que mejor que hablar de esta obra, es disfrutarla. La lectura
de los textos que va acompañando las ilustraciones es una verdadera delicia, un
canto a la imaginación y a la recreación de la mentalidad de aquella época. Vamos
a ver algunas de estas ilustraciones acompañadas de la traducción del texto que
incluyó en cada una de ellas el autor:
“En el país de los romanos, en el año 73 a.C., una esfera dorada fue
vista en el cielo, vino a la tierra, rodó sobre ella y voló hacia el aire
nuevamente en dirección al sol naciente, por lo que su gran tamaño lo cubrió por
completo. Esto fue seguido por una terrible guerra que sacudió a Roma.”
“En el año 1009, el sol se
oscureció y la luna se tiñó de sangre. Hubo un un gran terremoto y cayó desde
el cielo una enorme antorcha, tan grande como una torre o una columna, que
produjo al chocar sobre la tierra un fuerte estruendo. Este fenómeno fue
seguido de la muerte de muchas personas y una terrible hambruna en Alemania e
Italia. Murieron más personas de las que permanecieron vivas.”
"En 1362, en tiempos de
Otto, emperador de Sajonia, una piedra - maravillosa y grande - cayó del cielo
en medio de un fuerte viento y lluvia. Aplastó a muchas personas y vino
acompañado de un gran eclipse de sol"
“En el año 1496, en el mes de enero, en el momento del desbordamiento
del Tíber cerca de Roma: apareció una maravillosa criatura muerta donde la
furia y el poderío de las aguas del Tíber habían disminuido, y fue en esta
forma, como se ha pintado”
"En el año 1527, un
terrible viento de Turquía empujó a grandes hordas de langostas hasta el Reino
de Polonia, causando un gran daño a las personas y el ganado. Las langostas
eran de color gris y dorado, tal y como se pintan aquí"
“En el año 1531, el 26 y el 28 de enero, fueron vistos en el cielo
nocturno de Lisboa en Portugal signos de fuego y sangre. Fue vista también en
el cielo una gran ballena. Esto fue seguido por grandes terremotos, de modo que
cerca de dos centenares de casas se derrumbaron y más de un millar de personas murieron”
“En el año 1533 un caballo en el aire fue visto en Bohemia, y un
jinete, como si él quería montar, tal como está pintada aquí”
“En el año 1533 tres soles brillaron al mismo tiempo, como si hubieran
nubes ardientes alrededor de ellos, y se mantuvieron por encima de la ciudad de
Münster, pareciendo que la ciudad y las casas estaban en llamas, como se muestra
aquí”
“En el año 1531 una maravillosa criatura, que era toda gris y peluda,
con cabeza de un hombre barbado y cuatro patas con garras afiladas, fue
capturada por los cazadores del obispo en el bosque en Salzburgo. Fue llevado a
la corte, pero no quiso ni comer ni beber, por lo que sufrió horriblemente”
“En 1552, el 17 de mayo, una terrible tormenta con granizo cayó en
Dordrecht, Holanda, haciendo pensar a la gente que llegaba el día del juicio final.
Duró alrededor de media hora. Muchas de ellas llegaron a pesar más de una
libra, y donde cayeron dejaron un terrible hedor”
“1533 años después del nacimiento de Cristo, en el viernes después de
Santa Úrsula, el día 24, estos maravillosos dragones fueron vistos en el aire
durante casi dos horas, a alrededor de las 10 de la noche, en varios lugares
cerca de Hilpoltstein”
“En el año 1547, este precioso trigo creció en el
condado de Flandes, a tres millas de Gante, en diversas formas y modalidades...
Se tuvo noticia de un maravilloso milagro en el año 1539, acerca de una joven
de la Diócesis de Speyer -Margaretha Weiss von Roth, trece años y medio-, quien
se abstuvo de tomar cualquier sustento físico durante dos años y doce semanas.
En aquellos años también, crecieron uvas peludas el Neckar y el Rin... “
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Como es de imaginar, y muy a
pesar de los aficionados a encontrar fenómenos sobrenaturales, ovnis y demás
cuentos en todo lo que cabe en su ecuación de la realidad oculta, la mayor
parte de los hechos tienen muy poco que ver con lo que
pueden insinuar. De todos modo, creo que lo que
importa es conocer de donde procedía toda esta información que el autor
traslado a imágenes. ¿Se la inventó? Parece claro que no. A mi entender las
fuentes que empleó, al margen de las consabidas bíblicas, eran las hojas
volanderas, pliegos de cordel o relaciones de sucesos, tan al uso por aquél
entonces, y tan del gusto -de ser oídas más que de ser leídas- de aquellas
gentes. En ellas se podía tratar cualquier tipo de sucesos, desde los relacionados
con la actualidad política más o menos real de los reinos cercano, hasta otras
de tipo milagrero, piadoso, novelero o fantástico, que eran de mayor gusto de
las clases populares.
La evidencia de que el autor se
nutrió en gran parte de este tipo de fuentes para ilustrar los sucesos que
tuvieron lugar en fechas próximas a la creación de este manuscrito, es que
existen varias referencias que lo confirman. En el libro que he citado
inicialmente -“Les Nuages et leur
symbolique”-, se habla de una hoja de este tipo, editada en Alemania unos 14
años después -1555-, haciendo referencia al suceso de los niños luchando en las
nubes.
Pero existe más. Otro de los casos, el de Margaretha Weissin, tuvo también su versión en hoja volandera,
anterior a la ilustración del libro, pues es de 1540. En ella se relata con más
detalle la historia de esta joven: con unos doce años, dejó de alimentarse y
continuó con su vida normalmente, durante los más de dos años de vigilia que se
autoimpuso. Parece ser que todo terminó cuando el Futuro emperador del Sacro
Imperio fue a conocerla, atraído por una fama que iba haciéndola santa a ojos
de sus convecinos, y la convenció para que abandonara su penitencia.
De esta caso existieron
inicialmente dos hojas volantes que cuentan la misma historia y muestran la
misma ilustración. Posteriormente se llegó a publicar algún estudio en libros
de medicina, pero esto ya es otro asunto. De las dos hojas referidas, una está
en alemán y la otra en latín. La versión alemana se centra en narrar la historia
personal de la joven Margarita de manera detallada, deteniéndose especialmente
en su encuentro con el futuro emperador del Sacro Imperio Fernando. La versión latina se centra en el informe de un
médico que examinó a la joven, reconociendo la autenticidad de la enfermedad
que la había hecho tan popular.
En resumen, el Libro de los Milagros tiene tanto el
valor de sus ilustraciones - frescas, naif y modernas -, como el de lo que
cuenta. Ha conservado para nosotros parte de lo que eran las creencias de las
personas en aquellos tiempos, de lo que llegaba a ellas a través de las
lecturas públicas y en voz alta de esas hojas volanderas llenas de prodigios y
sucesos extraños, que a buen seguro, ocuparía gran parte de las conversaciones
y preocupaciones más profundas de aquellas personas.